Si estamos lejos y olvidamos lo que podemos compartir cada minuto de la vida se pierde como un día gris. Es por amor que brilla el sol, es por seguir al corazón que gira el mundo y no se detendrá y por amor hay que salir, cruzar sin miedo a la frontera y dejar la puerta abierta. La lluvia atrapa los recuerdos, los hace nuestros hasta el fin. Ya nada es como queremos cuando dejamos de sentir.
Ya no quiero, despertarme un día mas sintiendo miedo ajustando cuentas con mi soledad. Ya no puedo condenar mi libertad por un momento, en tus brazos vuelve mi debilidad. Puedo desafiar la oscuridad puedo hasta con tu inseguridad, no puedo entregar mi corazón a quien no cree en el amor.
Tantas lágrimas perdidas, tantas huellas en mi piel. Ya no rompes el silencio, nada es igual que ayer.
No pensé, aposté, y otra vez volví a perder. Volveré a creer, en el sueño que por ti abandone. Ya no debo, permitir que el mundo gire en el recuerdo y que el deseo no me insiste en regresar.
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